MANGO CÓMO SE CULTIVA

¿Cuál es su origen?

El mango procede originariamente del área indobirmana, probablemente cultivada por el hombre desde hace más de 4000 años. India, donde todavía hoy crecen selvas de mangos silvestres, sigue siendo la zona de cultivo principal de esta planta. Los mangos se han extendido a casi todas las áreas tropicales: hacia el sur y sudeste de Asia, a Australia, Madagascar, al este de África, Brasil, y Centroamérica. Crece también en zonas subtropicales de clima favorable como Florida, Sudáfrica, Israel, Chipre y Egipto.

Refiriéndonos a los subtrópicos, probablemente se introdujo en el sur de África en el siglo XVI a.C., pero no llegó a Canarias y Madeira hasta la segunda mitad del siglo XVIII y a EEUU (Florida y Hawai), Australia e Israel hasta el siglo XIX.

La llegada de esta fruta a América se debió a los portugueses, quienes en el siglo XVIII la introdujeron en Brasil. También fueron ellos quienes la introdujeron en África occidental. Los españoles, por su parte, contribuyeron en la expansión del mango por América, pues transportaron pequeños árboles productores de Filipinas a México. Su introducción en el sur de España no parece haberse producido hasta el siglo XX. Por otro lado, destacar que la obtención en 1910 en Florida del excelente cultivar “Haden” marcó el comienzo del desarrollo moderno de este cultivo.

El mango es el tercer fruto tropical en términos de producción e importación a nivel mundial, inmediatamente situado tras el plátano y la piña tropical y el quinto de todos los frutos.

¿Cuáles son sus características?

Árbol

Es un árbol siempre verde que puede alcanzar los 45 m de altura con una copa de 30 m de diámetro. Hojas alternas, simples, coriáceas, de lanceoladas a oblongas, de 15-30 cm de longitud, de color verde oscuro, inflorescencias en panículas axilares o terminales. Sus flores: Ambos tipos poseen cinco pequeños sépalos verdes y peludos con cinco pétalos separados que son rojos, amarillos, anaranjados, rosados o verdes. En la base de los pétalos se encuentra un disco segmentado en cinco partes,  el cual es carnoso y lleno de néctar. La flor con estambres tiene solo un estambre funcional con uno o más estaminodios.

Fruto

El fruto es una drupa que destaca entre sus principales características su buen sabor. Dicha pulpa puede ser o no fibrosa, siendo la variedad llamada mango de hilacha la que mayor cantidad de fibra contiene. Es una fruta normalmente de color verde en un principio, y amarillo, naranja e incluso rojo-granate cuando está madura, de sabor medianamente ácido cuando no ha madurado completamente.

¿Cómo y Cuándo se plantan?

Se siembra a finales de primavera principios de verano

La semilla de mango pierde rápidamente su capacidad de germinación. Se debe plantar dentro de la semana posterior a cuando haya sido extraída del fruto. Su vida útil se puede alargar manteniéndola a una temperatura de 15 ºC, envuelta en algodón empapado en agua destilada.

La simiente se debe extraer solamente de frutos perfectamente maduros. Después, se debe limpiar de restos de fruta y ponerla a secar en un lugar sombreado y con ventilación. Son suficientes entre 1 y 2 días.

Una vez que el hueso esté seco, se procede a sacar la pipa del interior con la ayuda de una tijera de podar o una navaja. Cuida de no dañarla. También, es aconsejable eliminar la fina piel que la recubre.

La pipa, una vez extraída del hueso, se debe sembrar de forma inmediata. Esto se hace colocando la parte convexa hacia arriba y cubriéndola ligeramente con el sustrato que hayas preparado.

El sustrato donde plantar la semilla debe ser poroso y con buen drenaje. También, es aconsejable que contenga abundante materia orgánica. La germinación se debe producir en un plazo de 2 a 3 semanas tras la siembra.

Si has utilizado una semilla poliembriónica, crecerán simultáneamente varias plantas. Después, se deberá dejar solo la que se vea más fuerte y/o mejor conformada.

Si la semilla se siembra de forma incorrecta, pueden suceder deformaciones en las plantas. En ese caso, deberían ser desechadas.

1. Realiza un laboreo el terreno cuando este aun este seco para asegurar la uniformidad del crecimiento de tus plantas.

Así mismo, aprovecha para limpiar el terreno, extrayendo malas hierbas y restos de cultivos anteriores. Finalmente fertiliza el suelo y humedécelo.

• Introduce la semilla de mango en el suelo. Asegúrate de que se mantengan a una profundidad de 10 centímetros con la parte cóncava hacia la tierra.

Procura dejar un espacio entre árboles de al menos 5 metros.

Las semillas tardan en germinar entre 2 y 4 semanas.

• Añade abono una vez que las plántulas broten. Si cubres el suelo con abono evitarás que crezcan malas hierbas alrededor de tus plantas que puedan robarse los nutrientes.
• Durante el primer año, riega tu planta solo una o dos veces a la semana. Podrás implementar un sistema de irrigación para el árbol cuando tenga un año de edad y deja que la lluvia natural haga su trabajo.
• Revisa periódicamente tu planta y sus alrededores. La mala hierba puede volverse un problema muy serio para los árboles de mango. Vigila periódicamente que no aparezca en los alrededores. Puedes agregar una capa de mantillo alrededor del árbol para que la humedad quede atrapada y evitar, así, que la mala hierba crezca.
• Poda el árbol cuando sea necesario. Esto le brinda a tu árbol un espacio adecuado para que sus ramas se formen, ya que el fruto se desarrolla en la punta de las ramas.

Si el árbol es muy frondoso cerca del centro, corta las ramas a 3 cm del tronco.

• Para que la floración se presente de forma normal, se requiere que el árbol atraviese por un período de bajas temperaturas que detenga su crecimiento vegetativo. De esta forma, se acumulan almidones en los brotes, y se propicia la diferenciación. A falta de bajas temperaturas, se pueden obtener los mismos resultados si sometemos al árbol a una época de sequía.

En épocas de sequía, el mango tiende a adquirir un aspecto frondoso, con pocas flores, pero muchos frutos.

¿Cómo se cuidan?

Al ser una fruta tropical es bastante susceptible al frío. Prospera mejor en regiones que cuenten con las siguientes características:

• Inviernos moderadamente fríos.
• Primaveras ligeramente cálidas.
• Veranos y Otoños cálidos.
• Pocas diferencia de temperatura entre el día y la noche.
• Lluvia al que no excede los 30 cm por año.
• La temperatura ideal oscila entre 26 y 37 °C.
• Los árboles maduros soportan temperaturas de hasta 2 ºC, siempre que estas no se prolonguen demasiado.

Recomendaciones:

Crecen mejor en exteriores, aunque cuando los árboles son aún muy jóvenes, pueden resguardarse dentro de casa en maceta durante el invierno. Procura sembrar mango en lugares soleados y bien ventilados.

La humedad y los riesgos

Las necesidades hídricas dependen del tipo de clima donde son cultivados. Por ejemplo, en suelos calcáreos, un periodo de inundaciones continuas no excesivamente largo puede ser beneficioso.

De igual forma, los periodos de sequía contribuyen a la floración, si bien disminuye el tamaño del fruto.

En términos generales, una buena distribución de las precipitaciones anuales es mucho más importante que la cantidad de agua que reciben; así, la precipitación anual recomendada es de 700 mm bien distribuidos.

Cuando más agua necesitan los árboles de mango es durante sus primeros dos años de vida, aproximadamente de  16 a 20 litros semanales por árbol. Una vez que el árbol está enraizado aguanta muy bien la sequía.

Para obtener el máximo rendimiento,  los riegos deben ser periódicos, aproximadamente de 400 metros cúbicos por hectárea al mes.

El riego es prioritario cuando los capullos están a punto de abrir, y hasta días después de la fructificación. Mientras la fruta crece debe regarse una vez cada quince días, más puede dejarse de regar al acercarse la madurez.

¿Cómo se cosecha?

La producción de un árbol de mango puede considerarse bastante elevada. Un árbol de tamaño medio, por ejemplo,  puede llegar a producir hasta 200 kilos de fruta.

Debido a que los mangos varían de color y tamaño según la especie, es difícil determinar cuándo la fruta se encuentra madura, por lo que deberás informarte previamente o cortarlos para averiguarlo.

No obstante, la suavidad del fruto y su intenso aroma son indicadores bastante fiables.

Requieren más o menos entre 100 y 130 días desde el amarre del fruto hasta alcanzar la plena madurez.

Cuando la pulpa del fruto está amarilla hasta el corazón, quiere decir que está listo para comerse.

Puedes cortar unos cuantos frutos a en cuanto notes que el color verde de su piel comienza a aclararse y dejarlos madurar en un lugar fresco y bien ventilado durante 10 días.

Si tus frutos maduran en ese lapso, quiere decir que la cosecha está lista para recolectarse. De lo contrario, deberás esperar un poco más.

La recolección del mango es manual; se debe procurar cortar el fruto dejando un pedúnculo para no derramar savia, pues esto provoca que la fruta se arrugue y disminuya su calidad.

Los frutos cosechados se deben mantener frescos pero no fríos y bien ventilados. Si cosechas la fruta temprano, puedes madurarla depositándola dentro de una bolsa de papel a temperatura ambiente durante unos cuantos días.

¿Cómo se utiliza?

• Mermeladas
• Salsas
• Aderezos
• Ensaladas
• Platos fuertes
• Al natural
• Aguas y jugos

¿Qué nos aporta?

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• Ayuda contra el cáncer
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