¿Cuál es su origen?
El testimonio más antiguo del uso del kiwi como planta frutal y ornamental se remonta a la dinastía Ming, en el 1200 d. C. La primera reseña de su uso medicinal remite al 300 a. C. La planta fue descrita hacia el año 1400 por Chiu-Huan Pen T’sao. En 1845 Robert Fortune fue el primer europeo en informar sobre ella.1 El kiwi no tuvo difusión fuera de China hasta mediados del siglo XX, cuando se desarrolló comercialmente en Nueva Zelanda.
Italia lidera actualmente la producción de kiwi en el mundo, seguida de Nueva Zelanda, Chile, Grecia, Japón y Estados Unidos. La fruta de kiwi también es producida en su lugar de nacimiento, China, pero su país natal jamás ha conseguido estar entre los diez principales productores del mundo.
¿Cuáles son sus características?
Existen numerosas especies tanto de fruto verde como de amarillo, que en cuanto a su cultivo son muy similares. Por lo que en esta guía hacemos referencia al kiwi verde (Actinidia deliciosa), que es el de más importancia en cuanto a su cultivo.
Raíz: Son gruesas y de color rosado cuando proceden de semilla y finas y de color marrón oscuro cuando su origen es clonal; son altamente exigentes en oxígeno, de ahí que su desarrollo se vea favorecido por texturas de bajo contenido en arcillas.
Brotes: Cuando son jóvenes son muy vellosos y suelen presentar una tonalidad rojiza fundamentalmente cuando proceden de semilla. Poseen carácter trepador, en su extremo, tendiendo a enroscarse en forma de muelle, sobre todo cuando crecen débiles. Por el contrario, en condiciones favorables, en lugar de tomar la forma de muelle, crecen erectos llegando a alcanzar crecimientos anuales superiores a los 3 m. En estado adulto, el tronco puede alcanzar un diámetro de 20 a 30 cm, presentando una corteza de color marrón oscuro que se agrieta fácilmente. Las ramas externas adquieren la forma de arco y su unión con las principales es superficial, lo cual hace que se resquebrajen con facilidad por el viento.
Hojas: Son caducas, con el limbo grande, acorazonado y dentado, de color verde intenso, lampiño en el haz y peloso y verde claro en el envés; el peciolo suele ser largo, aunque varía según las variedades. Se desprenden fácilmente durante la vegetación ante cualquier accidente, cayendo rápidamente al suelo después de las primeras heladas.
Yemas: Pueden ser mixtas, de madera y adventicias. De las yemas mixtas nacen los brotes portadores de los botones florales, mientras que las de madera originan brotes no fructíferos y las adventicias evolucionan cuando los brotes fructíferos son destruidos por heladas primaverales, en cuyo caso los nuevos brotes sólo portarán yemas de madera, pudiendo dar lugar en años posteriores a yemas mixtas.
Flores: Es una especie dioica con flores estaminíferas en las plantas masculinas y pistilíferas en las femeninas; los estambres de las flores femeninas producen polen estéril, siendo preciso poner plantas masculinas para realizar la fecundación de las femeninas que son las que producen los frutos. Los botones florales nacen en las axilas de las primeras hojas de los brotes.
Frutos: Son bayas con la epidermis de color marrón verdoso, áspero y poco atractivo, que en la madurez se desprende fácilmente de la pulpa; ésta es de color verde esmeralda y envuelve un huso central blanco cremoso. Su alto contenido en ácido ascórbico, potasio, fósforo y otros minerales confieren a este fruto, además de un alto valor dietético, la cualidad de potenciador de defensas del organismo, hasta el punto de que se le atribuyen propiedades preventivas contra enfermedades estacionales y cancerígenas que le definen como el fruto de la salud.
¿Cómo y Cuándo se plantan?
Se puede sembrar durante el otoño y el invierno, En el hemisferio norte a partir de finales de octubre y hasta mediados de febrero.
Limpiar el terreno:
Extrae malas hierbas y restos de cultivos anteriores y todo tipo de residuos para garantizar que tus plantas de kiwi reciban la cantidad de nutrientes adecuada. Todas las plantas deben ser extraídas desde la raíz para evitar que crezcan nuevamente.
Preparar el terreno:
Humedece el terreno antes de sembrar kiwis; así reduces el riesgo de que los brotes se muevan por la fuerza del agua. Fertiliza el suelo. Esparce una capa de 2,5 cm de composta sobre la tierra.
Asegúrate de mullir el terreno cerca de 1 metro de profundidad, para asegurar el anclaje de las raíces.
Introduce las semillas en el suelo:
Coloca cada semilla a una profundidad de 2,5 centímetros y cúbrela de tierra. Riega inmediatamente para mantener la humedad de la tierra.
Si siembras en interiores, asegúrate de colocar la maceta en un sitio bien iluminado. Al principio requerirá entre 10 y 12 horas de luz al día.
Deberás esperar unos cuantos meses para que alcance una altura considerable y esté listo para trasplantarse, en caso de que así lo desees hacer. Si siembras más de una planta, deberás dejar al menos tres metros de distancia entre una y otra.
Protege y da mantenimiento al árbol:
Riégalos en cuanto notes que las capas superficiales de la tierra están a punto de secarse. Coloca una malla de tela metálica para proteger las plantas mientras están creciendo.
Puedes alimentarlo con un abono orgánico, como el humus de lombriz. En caso de que creas que al suelo le puede faltar hierro, puedes añadir sulfato de hierro.
Asegúrate de mantener la humedad relativa en el ambiente, si es que tienes el árbol en interiores. Recuerda proteger el árbol de los fuertes vientos.
¿Cómo se cuidan?
- Para cuidar el kiwi debes tener en cuenta que debe ser plantado en un clima templado. Para que sea fructífero, el árbol, además, debe estar ubicado en una zona protegida del viento. Piensa que el árbol de kiwi es una planta de origen subtropical. El frío puede destruir los frutos.
- En cuanto al tipo de suelo, debes tener en cuenta que la tierra debe ser rica en materia orgánica. Es recomendable que el suelo sea ligeramente ácido y si usas fertilizantes, añádelos solo durante la época de primavera y en cantidades pequeñas, pues suministrarlo en grandes cantidades podría quemar las raíces del árbol de kiwi.
- El árbol de kiwi es un tipo de planta que requiere mucha luz, así que sitúalo en una zona de tu jardín soleada o medio soleada, aunque no es bueno que los rayos le den directamente a sus hojas.
- En cuanto al riego, el árbol de kiwi necesita bastante humedad, por lo que el suelo en el que se plante debe ser fértil y garantizar un buen drenaje, pues aunque soporta largos periodos húmedo, podría acabar pudriéndose.
- El árbol de kiwi requiere ser podado para que crezca con más fuerza y vigor. Elimina las ramas viejas y las hojas podridas durante la época de la poda, normalmente se hace durante el invierno, antes de que florezca el árbol.
¿Cómo se cosechan?
La producción del kiwi se desarrolla partir del tercer año de plantación , obteniéndose mejores cosechas a partir del séptimo u octavo año productivo.
El fruto se recolecta a mediados de octubre y principios de noviembre. Al arrancarlo, hay que esperar un poco para que el fruto se ablande y se encuentre listo para su consumo.
Para su conservación, se recomienda congelar a una temperatura de entre -2ºC y -2.5ºC y una humedad relativa superior al 95%, ya que de lo contrario la pulpa se marchita.
¿Cómo se utilizan?
- El kiwi se consume frecuentemente como fruta fresca. Cuando está verde, resulta leñoso y muy ácido. Sin embargo, si está muy maduro, es blando y demasiado dulce.
- Además, se puede emplear como ingrediente en otras recetas, acompañando a diferentes platos, aunque generalmente con fines decorativos.
- También se puede utilizar en la elaboración de mermeladas, sorbetes, granizados, cócteles, batidos y productos de repostería en general.
- Aunque menos frecuente, el kiwi también se consume cocinado, por ejemplo, rehogado en mantequilla. De esta forma o a modo de salsa, supone una adecuada guarnición para platos de carne.
¿Qué nos aporta?
Cantidad por 100 gramos 100 gramos | |
Calorías 61 | |
Grasas totales 0.5 g | |
Ácidos grasos saturados 0 g | |
Ácidos grasos poliinsaturados 0.3 g | |
Ácidos grasos monoinsaturados 0 g | |
Colesterol 0 mg | |
Sodio 3 mg | |
Potasio 312 mg | |
Carbohidratos 15 g | |
Fibra alimentaria 3 g | |
Azúcares 9 g | |
Proteínas 1.1 g |
Vitamina A | 87 IU | Vitamina C | 92.7 mg |
Calcio | 34 mg | Hierro | 0.3 mg |
Vitamina D | 0 IU | Vitamina B6 | 0.1 mg |
Vitamina B12 | 0 µg | Magnesio | 17 mg |
Poner atención a lo siguiente:
- Filtra los rayos solares
- Favorece el sistema inmune y combate la anemia
- Ayuda a la digestión
- Sirve para adelgazar y no retiene líquidos
- Mejora la circulación de la sangre y los huesos
- Reduce el estrés y los nervios
- Beneficios para la piel
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