¿Cuál es su origen?
El origen de la ciruela parece remontarse a las zonas del Cáucaso, Anatolia (área de la actual Turquía) y Persia (actual Irán). A través de los escritos de historiadores griegos y romanos sabemos que esta fruta era tratada como salvaje por los primeros y que los segundos ya conocían diferentes variedades.
En la actualidad los principales países productores de ciruelas son Argentina, Chile, Sudáfrica, Estados Unidos y España, donde destaca el cultivo en la Comunidad Aragonesa, en Sevilla y en la Cuenca Mediterránea.
En la Región de Murcia, a mediados del siglo XX, se cultivaba en huertas tradicionales de la vega del río Segura, ya que necesitaba de suelos profundos y con cierta humedad. Gracias a la introducción del regadío en el último cuarto de siglo se extendió a otras zonas, incluyendo montes roturados alejados de los cursos de agua fluviales.
¿Cuáles son sus características?
a ciruela es el fruto del ciruelo, un árbol perteneciente a la familia de las Rosáceas y característico de regiones templadas.
El ciruelo es un frutal caducifolio que puede alcanzar los 6 metros de altura, por lo que se considera de porte medio. La corteza de su tronco desarrolla un color grisáceo-parduzco, de ramas rectas, presentando algunas de sus variedades espinas robustas y puntiagudas (como el Santa Rosa y ciruelo silvestre). Las hojas se caracterizan por su forma obovada o elíptica, con borde aserrado, dientes poco agudos y un color verde pálido en el haz. En su época de floración, entre febrero y abril, sus ramas se asemejan a un manto de color ya que se cubren de flores blancas agrupadas. La longevidad de este frutal puede alcanzar los 50-60 años en variedades como la Japonesa.
La ciruela es una fruta de forma redondeada u oval con estructura acorazonada, atravesada por un surco que la recorre longitudinalmente dividiéndola prácticamente en dos. Su hueso es oblongo, con dos semillas en el interior que, transcurrido un mes, pierden su facultad germinativa. Generalmente posee 7 centímetros de diámetro y un peso de 65 gramos, mostrando un color de piel y pulpa uniforme e intenso. Cada variedad presenta un color y un sabor diferentes pudiendo darse:
- Amarillas, con un sabor ácido y mucho jugo.
- Rojas, jugosas y dulces.
- Violaceas o negras, son muy adecuadas para cocinarlas en postres u otras recetas.
- Verdes, son denominadas Claudias, destacando su dulzor.
¿Cómo y Cuándo se plantan?
Extraer la semilla: solo tienes que comer unas ciruelas y recolectar sus semillas, de ahí puedes recolectar 4-5 por si una llega a no germinar.
Ponerlas a secar: Se limpian bien las semillas y se colocan sobre un papel absorbente o cartón, en un lugar cálido y aireado para que se sequen.
Al sol se secan en tan solo unas solas, mientras que a la sombran necesitan un par de días.
Eliminar la cubierta o estratificación: Las semillas de algunas plantas poseen cubiertas impermeables que si no se retiran o rompen, la humedad no puede llegar hasta el embrión la joven planta que duerme dentro de la semilla, y por tanto la germinación no puede iniciarse.
El método de escarificación de la ciruela es el lijado o raspado que se realiza de la siguiente forma:
Se realiza con algún objeto de superficie rugosa o afilada, que desgaste la superficie de la semilla. Puede ser un papel de lija, una lima de uñas, el filo de una navaja, etc.
Este tipo de escarificación se emplea para semillas de cubierta dura pero no muy gruesa, que no permiten otro tipo de escarificación mecánica. Se puede realizar con las de pera, manzana, membrillo, uva, etc.
Poner a remojo: Una vez escarificadas o desprovistas de su cáscara, la semillas se introducen en un vaso de agua limpia y se dejan en él unas 24 horas. Se puede usar agua de botella o del grifo previamente hervida o reposada durante varios días.
Colocar en lecho húmedo: Se humedece con agua un trozo de papel absorbente y se colocan las semillas sobre él, tapándolas con otro papel mojado o con el mismo una vez doblado.
Introducir el papel con las semillas en un tupper, o envolverlo con papel de aluminio o film de cocina.
Estratificar en refrigerador: Este es otro paso crucial, ya que las semillas de ciruela necesitan salir del estado de dormancia en el que se encuentran. Y sí, salen de él mediante el frío. Se trata de hacerles “creer” que están pasando el invierno, y que por tanto después vendrá la primavera y podrán germinar sin riesgo de morir de frío.
En general, para llevar a cabo este tipo de estratificación, las semillas se colocan entre capas de un material que conserva la humedad de ahí lo de estratificación (capas), y se mantienen entre 4 y 10℃ (con algunas incluso menos) durante un periodo de tiempo que suele ir de 20 días a 2 meses, y a veces incluso más.
Sembrar en tierra o maceta: Superada la estratificación fría unas 4 semanas, algunas de las semillas habrán comenzado a germinar, o incluso puede que todas ellas.
Es momento de pasarlas a un sustrato para que puedan enraizar y de la tierra salga el joven ciruelo en unos pocos días.
Hay que enterrarlas superficialmente, con la pequeña radícula el apéndice blanco que sale de la semilla hacia abajo y colocar la maceta en un lugar luminoso y cálido.
¿Cómo se cuidan?
El árbol de ciruelo es muy agradecido cuando su terreno tiene un pH comprendido entre 5,5 y 6,5, buen drenaje y suelo arenoso, también requiere de abundante sol; dependiendo de la variedad de ciruelo que sea puede crecer hasta 14 metros o más de altura.
El ciruelo necesita los siguientes cuidados específicos:
- Abono orgánico o estiércol, durante su primer y segundo año de vida, aplícalo en el primer mes de primavera.
- 1 taza de nitrato de calcio durante su primer y segundo año de vida, aplícala a finales de la primavera.
- 2/3 taza de nitrato de calcio, que se debe aplicar luego del segundo año en el primer mes de primavera y el último mes de verano.
El riego del árbol de ciruelas
Si vives en una zona cálida es conveniente que lo riegues con abundante agua, no le hace nada bien la sequía, también tenerlo en cuenta si el árbol es joven. Puedes proporcionar humedad entorno al tronco colocando trozos de corteza, pero ten cuidado que no entren en contacto con él.
Cómo podar un ciruelo
Como con el resto de los árboles, hay que procurar que sus hojas y ramas estén fuertes y sanas; si observas que hay algunas marchitas o muertas córtalas. El ciruelo se debe podar por encima de los brotes que se encuentran sanos.
La época ideal para podar a los ciruelos jóvenes es durante la primavera antes de que den sus brotes. Para los arboles más viejos, lo mejor es podarlos a mediados del verano.
La forma florero es el mejor modo para podarlos, ya que de ésta forma obtienen más luz y aire.
Polinización y fecundación
El ciruelo posee flores hermafroditas, es decir, cada una de ellas posee órganos masculinos y femeninos, lo cual favorece su autofecundación.
Algunos de los factores climáticos que pueden afectar la polinización y fecundación del cultivo son la combinación de bajas temperaturas con alta humedad relativa y niebla persistente, además, en presencia de fuertes lluvias durante el período de floración. Esto debido a que la actividad de los insectos polinizadores es escasa o nula y el polen de los estambres se amalgama y se pega, por lo cual no se disemina entre la plantación.
¿Cómo se cosechan?
El ciruelo posee una vida media de 30 años, tardando entre 6 a 8 años para entrar en producción. Dependiendo de las condiciones climáticas y de la variedad, los árboles injertados pueden iniciar su producción a partir del tercer año. De acuerdo con la literatura, se tiene que un árbol de 4 años producirá aproximadamente 150 frutos y 1.400 frutos cuando alcance los 7 años. De esta forma, se espera alcanzar producciones que ronden los 50 a 60 toneladas de fruta por hectárea.
La ciruela se cosecha cuando el fruto produce un cambio de coloración al rojo o violáceo si su consumo es pronto, o se recogen ligeramente verdes y cuando aún no están blandas si su consumo es tardío. Para el caso de la ciruela pasa, se dejan madurar en el árbol y se recogen cuando caen al suelo. La cosecha de la ciruela se realiza principalmente a mano, torciendo con suavidad el pedúnculo del fruto y halándola.
¿Cómo se utilizan?
Como fruta de mesa ponen un broche a cualquier comida, aunque también pueden comerse antes, para facilitar la digestión. Además, al ser ricas en fibra y tener agua en abundancia resultan saciantes.
En ensalada combinan bien con lechugas dulces pero un toque de verduras amargas o ligeramente picantes, como el de la achicoria o los berros, realza su dulzor. También casan con frutos secos como las nueces, piñones o almendras y con frutas como la manzana.
¿Qué nos aporta?
Información nutricional | por ración |
Valor calórico | 30 kcal 127 kJ |
Grasas | 0,2 g |
⌊Grasas saturadas | < 0,1 g |
⌊Grasas monoinsaturadas | < 0,1 g |
⌊Grasas poliinsaturadas | < 0,1 g |
Carbohidratos | 7,5 g |
⌊Azúcares | 6,5 g |
Proteínas | 0,5 g |
Fibra alimentaria | 0,9 g |
Colesterol | 0,0 mg |
Sodio | 0,0 g |
Agua | 57,6 g |
Poner atención a lo siguiente
Energía física y mental: La ciruela está especialmente indicada para obtener un mejor rendimiento físico e intelectual en las labores normales o en periodos de actividad momentáneamente más intensa (estudiantes y deportistas).
Buen estado de la piel, de las mucosas y de la vista debido al buen aporte en vitamina A.
Acción antioxidante frente a los radicales libres que dañan principalmente las arterias y las neuronas, además del ADN del núcleo celular, gracias a su contenido en vitamina E y C. Otros componentes de efecto antioxidante son las antocianinas, pigmentos que le proporcionan su característico color, sobre todo en las variedades rojizas y moradas.
Alivia la retención de líquidos, debido a su abundancia en potasio, que interviene en la actividad muscular y en el equilibrio hidrico del organismo.
Su efecto diurético también la hace útil en caso de reumatismo, gota y enfermedades renales (excepto en caso de litiasis, debido a su contenido en ácido oxálico, sobre todo en variedades azuladas).
Buen funcionamiento celular debido a la presencia de diversos oligoelementos: cobre, manganeso, selenio y Zinc.
Des-intoxicante: Por su efecto laxante puede aliviar el estreñimiento funcional y aligerar la carga del hígado.
Excelente contenido, tengo unos ciruelos que producen muy poco fruto; Ahora con todo lo que aprendí aquí, voy a realizar las tareas que me faltan. Saludos