¿Cuál es su origen?
El origen del aguacate parece tener lugar en zonas altas del sur de México, y norte de Guatemala, aunque ya en tiempos precolombinos se cultivaba en extensas regiones de Perú donde fue introducido en el año 1.450 por el inca Tupac Yupanqui, después de conquistar a la tribu palta en la parte sur del ecuador. De ahí que en Sudamérica se refieran al aguacate como palta.
La palabra aguacate proviene del idioma náhuatl, de la palabra “ahuacatl”, que significa “testículo”. Tal vez los nahuas le llamaban así por su forma e incluso porque en su forma natural se encuentra colgando del árbol.
Para una correcta polinización, los árboles de aguacate requieren crecer por parejas, es decir, junto con otro árbol, (macho y hembra a la vez). Por ello, los aztecas consideraban la fruta como símbolo del amor y la fertilidad.
¿Cuáles son sus características?
El árbol del Aguacate es frondoso y de hoja perenne, tiene una floración muy generosa cuajando en fruto en un porcentaje muy alto. Sus flores perfectas en racimos, sin embargo, cada flor abre en dos momentos distintos y separados, es decir los órganos femeninos y masculinos son funcionales en diferentes tiempos, lo que evita la autofecundación. Las flores abren primero como femeninas, cierran por un período fijo y luego abren como masculinas en su segunda apertura; cada árbol puede llegar a producir hasta un millón de flores y sólo el 0.1 % se transforman en fruto. El fruto que es una baya de una semilla, oval, de superficie lisa o rugosa, tiene un rango de peso bastante amplio que en las variedades comerciales oscila entre los 120 g y los 2.5 kg, es de color verdoso y piel fina o gruesa; cuando está maduro, la pulpa tiene una consistencia como de mantequilla dura y su sabor recuerda levemente al de la nuez, es muy rico en proteínas y en grasas, con un contenido en aceite del 10 al 20%.
¿Cómo y Cuándo se planta?
- Lava el hueso al chorro de agua para quitar toda la pulpa. Es muy importante que no quites la corteza de la semilla, que es de color marrón claro.
- Manteniendo el hueso con su punta angosta hacia arriba, clava a media altura cuatro palillos a iguales intervalos. Debes introducirlos hasta una profundidad de 5 mm.
- Llena el recipiente pequeño y poco profundo que elegiste con agua hasta el borde. Debe ser lo suficientemente profundo como para poder colocar sin dificultad la semilla entera, pero no debe ser demasiado ancho.
- Luego, coloca el hueso con los palillos ya insertados sobre el recipiente. Los palillos deben apoyarse sobre las paredes del vaso, de manera tal que solo la mitad de la semilla quede sumergida.
- Asegúrate de que la parte angosta y puntiaguda del hueso apunte hacia arriba y que la parte más ancha y redondeada quede bien sumergida. De lo contrario, la planta no crecerá.
- Coloca el recipiente con la palta en un lugar templado, cerca de una ventana u otro lugar iluminado, para que empiece a echara raíces.
- Cambia el agua cada uno o dos días. De esta manera evitarás que haya contaminantes, como moho, bacterias o fermentación, que puedan estropear el proceso de crecimiento de la palta. Asegúrate de que la base del hueso permanezca siempre húmeda y sumergida en agua.
- El aguacate demora varias semanas en empezar a echar raíces.
- Al cabo de dos o tres semanas, la capa externa marrón de la semilla comenzará a secarse y arrugarse, y a desprenderse poco a poco. Inmediatamente después, el hueso debería empezar a rajarse en la parte de arriba y de abajo.
- Luego de tres o cuatro semanas, la raíz debería comenzar a salir de la base del hueso.
- Continúa cambiando el agua de manera regular. Al hacerlo, ten mucho cuidado de no dañar la raíz.
- Si no quieres dejar el carozo en remojo, también puedes plantarlo directamente en una maceta durante los meses más cálidos. Tardará de tres a cuatro meses en empezar a brotar.
- Cuando las raíces tengan un tamaño considerable y el tallo tenga hojas nuevas -luego de al menos una poda-, el árbol de aguacate estará listo para ser plantado en tierra.
- Para hacer esto, saca el carozo brotado del recipiente y retira los mondadientes uno por uno.
- Usa una maceta de terracota de entre 20 y 25 cm y llénala de tierra hasta 2 cm debajo del tope. Para el sustrato, lo mejor es usar una mezcla de partes iguales de tierra -capa superficial del suelo- y fibra de coco.
- Comprime la tierra con suavidad y agrega más si es necesario. Cuando termines, cava un agujero estrecho que sea lo suficientemente profundo como para poder colocar las raíces y el carozo de la palta.
- Debes enterrar la semilla de manera tal que su mitad superior quede por encima de la superficie de la tierra. Hacer esto es importante para que la base del tronco no se pudra en la tierra.
- Debes regar la planta a diario o lo suficiente para que la tierra se mantenga húmeda. No debes excederte, pues la tierra no debe convertirse en barro.
¿Cómo se cuida?
Primeros cuidados: De vital importancia para su crecimiento. Lo que se debe hacer una vez se ha plantado, es regarla. En este momento la planta se encuentra bastante sensible, y hay que protegerla de lo que pueda afectarla, como los vientos muy fuertes, las ramas de otros árboles, la inundación o de temperaturas extremas.
Clima: La primavera es el mejor momento para sembrar un árbol, el cual puede, sin embargo, sobrevivir a temperaturas templadas. A pesar de esto, es recomendable evitar lugares demasiado fríos o helados. Lo ideal es una temperatura de aproximadamente 20 ºC.
Luz solar: Es verdad que durante sus primeros meses de vida hay que protegerlo del sol muy fuerte por un tiempo prolongado, sin embargo, no podemos privar nunca de la luz solar.
Riego moderado: Es importante regar la planta regularmente y con una cantidad suficiente. Sin carencias y sin excesos, los cuales pueden perjudicarlo causando ya sea pérdida de hojas (carencia de riego) o pérdida del fruto (exceso de riego).
Suelo: Los mejores suelos para plantar son aquellos que poseen abundante materia orgánica y un buen drenaje. No se recomiendan los suelos heterogéneos.
¿Cómo se consume?
El aguacate es una fruta muy singular, con unas características únicas que lo convierten en un excelente aliado en la cocina.
Aporta untuosidad y consistencia a muchas recetas, y puede utilizarse indistintamente en la preparación de postres dulces y platos salados, ya sea como fruta o como hortaliza. Utilizar el aguacate en la cocina resulta muy sencillo, pero tiene el inconveniente de que la pulpa se oxida con facilidad al contacto con el aire.
¿Qué nos aporta?
Aguacate especie mexicana
Calorías: 167
Grasa total: 15 g.
Grasa monoinsaturada: 10 g.
Carbohidratos: 9 g.
Proteínas: 2 g.
Fibra alimenticia: 7 g..
Vitamina E: 2mg.
Vitamina C: 9mg.
Vitamina A: 7 µg.
Folatos: 62 µg.
Potasio: 507mg.
Magnesio: 29mg.
Hierro: 0.6mg.
Calcio: 13mg.
Sodio: 8mg.
Beneficios:
- Autentica y sana mantequilla natural
- Salud cardiovascular
- Recomendada para deportistas y embarazadas
- Relaja sistema nervioso
- Bueno para la vista
- Previene las arrugas
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