MANDARINA CÓMO SE PLANTA

¿Cuál es su origen?

El origen de la mandarina no es muy claro, algunos autores la consideran nativa del suroeste de China aunque otros afirman que procede de países del sureste asiático como Laos o Filipinas. Lo cierto es que se ha cultivado en China durante milenios. Desde allí se extendió al resto del sureste asiático y el siglo X ya se cultivaba en el Japón. La introducción de la mandarina en Europa fue gracias al inglés Abraham Hume quien importó de China dos variedades de mandarino. Poco tiempo después se enviaron algunos de estos árboles a Italia y a Malta.

Los principales países productores son países de la Cuenca Mediterránea: Italia, Marruecos, España; Estados Unidos, China y Japón, entre otros. La producción se destina a su consumo en fresco, aunque también se procesa para la elaboración de jarabes y mermeladas. La producción mundial se estima en torno a las 9.500.000 toneladas, siendo la producción europea de 2.200.000 toneladas.

¿Cuáles son sus características?

La mandarina es un fruto similar a la naranja pero más pequeña y achatada por su base. Su corteza es lisa, brillante color rojo anaranjado y es muy fácil de pelar, incluso con las manos. La mandarina se consume principalmente como fruta en fresco, aunque también son conocidos las conservas de gajos de mandarinas.

La mandarina es un fruto similar a la naranja, más pequeña y un poco achatada por su base. Es una de las frutas más populares del mundo por la facilidad con que se pela. La corteza es lisa y brillante, el color varía de amarillo a rojo-anaranjado y la pulpa puede ser dulce o muy dulce.

El fruto posee una forma globosa y deprimida en su base, mide alrededor de 4-7 cm de longitud y 5-8 cm de diámetro.

Su color es variable, puede ir desde el amarillo verdoso hasta el rojo anaranjado, aunque una característica importante es su corteza brillante. Ésta es fácil de pelar y posee numerosas glándulas oleosas hundidas que impregnan las manos de la persona que las presiona, de ahí el característico olor que queda impregnado en los dedos del consumidor. La pulpa es jugosa y dulce, se encuentra dividida en 10-12 gajos, con semillas o no en su interior en función de la variedad de que se trate

La mandarina es una fuente de vitamina C, aunque en menor proporción que la naranja, es rica en fibra y posee un elevado contenido en agua.

La importancia comercial de la mandarina está en su consumo al natural, como postre o tentempié y cada vez es mayor la presencia de esta fruta en los mercados europeos. En la cocina la mandarina se puede utilizar en platos de caza y cerdo, en platos de marisco, en ensaladas, etc. También se utilizan para infinidad de postres, como macedonias, tartas, cremas, etc.

A nivel industrial la mandarina se puede emplear para distintos productos derivados como el zumo, conservas como la mermelada o la confitura, para la elaboración de licor de mandarina extraído de la corteza, para la extracción de aceites esenciales utilizados para la fabricación de licores, en confitería y fabricación de bebidas refrescantes. Pero en general podemos decir que la utilización industrial de la mandarina en zumos y jugos no es excesivamente importante puesto que la naranja posee mejores propiedades para estos usos.

La planta

El mandarino es un árbol pequeño, espinoso y más resistente al frío que los naranjos. Es un árbol que se adapta perfectamente a las condiciones climáticas desérticas, semitropicales y subtropicales.

Por mandarina se conoce al fruto de al menos dos especies, la Citrus reticulata y Citrus unshiu que corresponde al grupo de las mandarinas Satsumas.

Existen también numerosos híbridos de naranjas y mandarinas cuyo nombre genérico es mandarina. Dentro de este grupo se englobaría la variedad Fortune. El término común mandarina se reserva para las variedades de color anaranjado normal, mientras que por ‘Tangerina’ se conoce en algunos sitios como por ejemplo en Estados Unidos, a las variedades de mandarina de color anaranjado intenso, por ejemplo la tangerina ‘Dancy’. En otros países como Argentina o Uruguay se denomina tangerina a la mandarina.

El árbol de la mandarina es pequeño, espinoso y de hoja perenne. Los mandarinos son normalmente más resistentes al frío que los naranjos, sin embargo el fruto del mandarino es más sensible a sufrir lesiones por frío que la mayoría de naranjas y pomelos.

Es un árbol que se adapta con gran facilidad a condiciones climáticas desérticas, semitropicales y subtropicales. Sin embargo en algunas variedades como la Clementina, para alcanzar buenos rendimientos de producción y calidad necesitan unas condiciones climáticas determinadas.

Muchas mandarinas tienden a la alternancia, es decir que a cosechas abundantes de fruto pequeño le siguen cosechas pequeñas de fruto grande pero de baja calidad.

Existen mandarinas con o sin semillas, en este último caso los frutos suelen ser más pequeños que los que tienen semillas. Esta posibilidad de generar frutos sin semillas es una característica propia de los cítricos por su partenocarpia, es decir, la capacidad de que el fruto se desarrolle sin polinización. En algunas híbridos de mandarinas, la presencia de insectos polinizadores, en particular de las abejas, da lugar al desarrollo de semillas, lo que supone una característica comercial indeseable.

¿Cómo y Cuándo se plantan?

  1. Lo primero que debes hacer para sembrar mandarinas, ya sea en una maceta o en el suelo del jardín, será tener las semillas a partir de las pepitas que puedes extraer de una mandarina que te hayas comido.
  2. Debes lavar bien las semillas y dejarlas secar por completo. Una vez las hayas secado, podrás plantarlas en una maceta que tenga al menos 30 cm de diámetro (y agujeros en la parte de abajo) o en la tierra del jardín a una profundidad que no supere los 3 cm. Debes hacer varios agujeros para plantar las semillas, separadas entre sí a una distancia de unos 6 cm.
  3. Para sembrar las semillas de mandarina en plena tierra es mejor que lo hagas en primavera desde finales de marzo hasta mayo.
  4. Lo mejor a la hora de sembrar mandarinas será preferir lugares soleados protegidos del viento: en las regiones del norte, las mandarinas deben colocarse en un lugar cerrado durante la temporada de invierno de modo que será bueno que si las cultivas en macetas, muevas estas en invierno al lugar en el que haga menos frío (para esta labor es mejor entonces que uses macetas de plástico que son más fáciles de mover).
  5. Por otro lado, el suelo para sembrar mandarinas debe ser fértil y particularmente permeable, con una excelente cantidad de humus en el interior y, finalmente, también bastante fresco.
  6. Una vez hayas plantado las semillas de mandarina, tendrás que regar bien, aunque es mejor evitar el riego durante los meses de invierno y primavera: el agua de lluvia es suficiente. En caso de sequía prolongada, riega, cuidando de evitar el estancamiento del agua.
  7. En verano, será bueno un regado regular, preferiblemente en la madrugada.
  8. Una vez tengas ya plantado tu árbol de mandarinas, deberás administrar cada tres meses, un estiércol bien maduro.
  9. Por otro lado, el suelo debe extraerse del tallo de la mandarina al menos tres o cuatro veces durante el año para evitar la formación de suciedad en el suelo: esto es para garantizar el paso del agua y una excelente aireación de las raíces.
  10. En cuanto a las plagas; las mandarinas, como todas las frutas cítricas, temen a los áfidos, ácaros, al moho verde ya la podredumbre de la raíz de modo que debes fertilizar la tierra cada seis meses.
  11. Y en cuanto a la poda; es necesario eliminar todas las ramas secas y prever la eliminación sistemática de los retoños o brotes en el período invernal.

¿Cómo se cuidan?

Mucho sol

El árbol de mandarinas necesitará mucho sol por lo que tendrás que elegir un lugar privilegiado en tu jardín. Aunque es un árbol que resiste bastante bien al frío no sobrevivirían a una helada por lo que si vives en un clima donde pueden haber heladas frecuentes te aconsejo que los días de mayor frío coloques la maceta de tu árbol dentro de tu hogar y cuando quieras pasarla a la tierra lo hagas en un lugar donde siempre dé el sol.

La importancia de la tierra

El árbol de mandarinas necesita mucho abono y micronutrimentos por este motivo debes proporcionarle siempre un buen riego, pero deberá ser un riego que no encharque ni que tampoco falte, es decir procura que la tierra esté húmeda pero sin estar mojada.

Cuando tengas el árbol aún dentro de la maceta deberás regarlo únicamente cuando la parte superior de la tierra lo toques y esté seco. Pero recuerda que las primeras semanas del traspaso a la tierra necesitará mucha agua hasta que se haya establecido del todo en el suelo, así que será mejor regarlo diariamente.

Abono y poda

Además, resulta muy importante que durante el primer año de vida del árbol que fertilices la tierra por lo menos dos veces durante el año.

La poda también es importante para poder desechar aquellas ramas débiles, enfermas o muertas por lo que la poda anual también será necesaria.

Reproducción

La reproducción a través de semillas presenta una serie de inconvenientes, además de tardar mucho en crecer: dan plantas que tienen que pasar un período juvenil, que además son bastante más vigorosas y que presentan heterogeneidad. Por tanto, es preferible la propagación asexual y en concreto mediante injerto de escudete a yema, dando prendimientos muy buenos.  Lo mejor es plantar a finales del invierno, en el hemisferio sur alrededor del 15 de agosto, siempre que no se hayan pronosticado heladas tardías.

¿Cómo se cosechan?

La cosecha se efectúa en los meses que comprenden desde marzo hasta agosto, siendo ésta la mejor época de rendimiento y calidad para el consumo en fresco. Las mandarinas deben cosecharse con mucho cuidado para evitar golpes, heridas u otros daños que afecten la calidad y su conservación

¿Cómo se utilizan?

Las mandarinas suelen consumirse generalmente frescas, como fruta de mesa, ya que constituyen un postre o tentempié ligero y refrescante.

En la cocina, se pueden incorporar a las salsas agridulces que acompañan a platos de caza y cerdo, y aportan un toque diferente a mariscos, ensaladas de arroz o pollo.

Se utilizan como ingrediente en las macedonias de frutas, para decorar pasteles, pudines y tartas, y a partir de ellas se pueden elaborar cremas de mandarina, flanes  magdalenas y sorbetes.

Las mandarinas también se emplean en la elaboración de diversos productos derivados tales como zumo, que puede reemplazar al de naranja en la mayoría de las bebidas y recetas, o conservas como la mermelada o confitura.

La corteza de esta fruta también puede escarcharse o utilizarse rallada o en finas tiras para aromatizar diferentes platos. También se puede extraer de la mandarina extractos y aceite esencial que se emplean en licorería, confitería y elaboración de bebidas refrescantes

¿Qué nos aporta?

Información NutricionalPor 100 g
Energía53 calorías
Carbohidratos13,3 g
Azúcares10,6 g
Proteínas0,8 g
Grasas0,3 g
Fibras1,8 g
Sodio2 mg
Potasio166 mg

Poner atención a lo siguiente

  • Piel más joven y sana
  • Cabellos más fuertes y saludables
  • Pérdida de peso
  • Refuerza sistema inmune
  • Dientes y encías sanos
  • Combate la diabetes
  • Combate el colesterol, protege el corazón y el cáncer
  • Ayuda a la digestión
  • Hidratación y mejora del sistema renal
  • Beneficios a la visión

Descarga la Aplicación Móvil

Recuerda que la mayoría de las plantas presentadas en el blog ya están documentadas en la aplicación móvil.

 

Cualquier duda o pregunta utiliza el chat en VIVO que se encuentra en la misma aplicación móvil.

Recent Posts

Be First to Comment

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *