¿Cuál es su origen?
Es una fruta tropical originaria de América del Sur. No se sabe con certeza el país donde se dio origen, pero los estudios señalan a Brasil, Paraguay y Argentina. De ahí se propagó principalmente al Amazonas, Venezuela y Perú para luego emigrar a Europa y Asia.
Con su forma y corona distintiva la piña es una fruta muy disfrutada en la gastronomía latinocaribeña y ha sido el producto procedente de América Latina que más éxito y aceptación ha tenido en Europa.
Los indígenas la llamaron Ananas que significa fruta excelente. El nombre piña (o pineapple en inglés) proviene de la similaridad de la fruta a la semilla o cono de los pinos.
¿Cuáles son sus características?
El fruto de Ananas comosus es realmente una agrupación de frutos pequeños, llamada sincarpo. Este se produce después de que las flores individuales maduran, de modo que los ovarios de ellas aumentan su grosor y, al estar muy cerca entre sí, se sueldan y forman un único fruto de alrededor de 30 centímetros de largo. Está protegido por una corteza dura y cerosa compuesta por unidades hexagonales de color verde, amarillo o rojizo, que anteriormente fueron los sépalos y las brácteas de las flores individuales que se modificaron con la unión de los frutos.
En la parte superior sobresale un tallo corto y grueso del que se desarrollan en espiral 30 o más hojas largas, duras, fibrosas y con bordes aserrados, que miden de 10 a unos 100 centímetros de longitud (a veces hasta 150 centímetros). La superficie de las hojas está recubierta con una finísima capa de pelillos muy cortos y de color plateado que las protege de la luz solar. El color es verde claro con toques de rojo, violeta o amarillo.
Las flores de la planta crecen en una inflorescencia de unos 15 o hasta 30 centímetros de longitud, con más de 100 flores individuales de color rojo o violeta que constan de 3 sépalos, 3 pétalos, 6 estambres y un ovario; cada una tiene una bráctea individual, es decir, una estructura en la base que las protege.
En total, la planta de la piña mide entre 1 y 1.5 metros de altura. Algunas alcanzan los 2 metros de altura.
¿Cómo y Cuándo se planta?
- Elige una piña fresca. Busca una con hojas firmes y verdes, que aún no hayan empezado a ponerse marrones o amarillas. La cáscara de la fruta debe ser de un color entre marrón y dorado, y resultar firme al tacto. Huele la piña para comprobar si está madura. Debe desprender un olor dulce y embriagador que indique que la has elegido en el momento adecuado para plantarla.
- Arranca las hojas de la parte superior de la piña. Agarra el cuerpo de la piña con una mano y utiliza la otra para sujetar las hojas por la base y arrancarlas. Este método asegurará que la base de las hojas quede intacta. La base se desprenderá junto con una cantidad mínima del fruto que no necesitarás para plantarla.
- Si encuentras problemas a la hora de arrancar las hojas, puedes cortar la parte superior de la piña. Después, elimina el exceso de fruta alrededor de la raíz.
- Asegúrate de que la base, la zona en la que las hojas se unen, quede intacta. Las nuevas raíces se extenderán desde la base y sin ella la planta no crecerá.
- Quita algunas de las hojas inferiores para que el tallo quede expuesto. Esto ayudará a que el tallo produzca raíces una vez que se plante. Quita suficientes hojas para que queden unos cuantos centímetros del tallo expuestos. Corta cualquier resto de fruta sin dañar el tallo.
- Gíralo hacia abajo y deja que se seque durante una semana. Las marcas que queden en las zonas en las que hayas hecho cortes y hayas quitado las hojas se endurecerán, lo cual es necesario para que puedas dar el siguiente paso.
Remojar la corona de la piña:
- Llena un vaso grande con agua. La boca del vaso debe ser suficientemente grande para que quepa la corona de la piña dentro, pero también suficientemente pequeña para que puedas sostenerla y evitar que se sumerja por completo.
- Clava varios palillos de dientes en la corona de la piña. Clávalos cruzados entre sí, cerca de la parte superior del tallo. Introdúcelos solo lo necesario para que se mantengan en su sitio. Los palillos de dientes se utilizan para sostener la corona de la piña en el vaso de agua.
- Pon la corona de la piña en agua. Los palillos de dientes deben quedar apoyados sobre el borde del vaso. El tallo debe quedar sumergido y las hojas deben sobresalir por encima de la superficie del agua.
- Coloca el vaso en una ventana soleada y espera a que crezcan las raíces. Lo normal es que pasen varias semanas antes de que aparezcan las primeras raíces blancas y empiecen a crecer. Cambiar el agua cada dos o tres días para evitar que crezca moho en la zona expuesta.
Plantar la corona de la piña:
- Prepara una maceta con tierra para la corona. Llena una maceta de unos 15 cm (6 pulgadas) con tierra ligera para jardín con un 30 % de materia orgánica. Este tipo de tierra tiene la combinación adecuada de nutrientes para la planta de la piña.
- Planta la corona de la piña en la maceta. Planta la corona cuando las raíces alcancen unos cuantos centímetros de longitud. Espera a que sean suficientemente largas como para agarrarse a la tierra. Si plantas la corona antes de tiempo, no crecerá bien. Al plantarla, asegúrate de que la base de las hojas remanentes esté por encima del suelo. Presiona la tierra firmemente alrededor de la base de la corona con cuidado de no echar tierra por encima de las hojas.
- Mantén la planta hidratada y en un ambiente templado. La planta necesita un ambiente soleado, templado y húmedo en el que la temperatura nocturna no baje nunca de los 18 ºC (65 ºF). Si el clima es seco, riega la planta regularmente.
- Puedes dejar la maceta al aire libre si vives en una zona de clima templado. Si los inviernos son fríos, mete la planta en casa durante esos meses y colócala en una ventana soleada. Es importante que la planta se mantenga expuesta a la luz solar durante todo el año.
- Para fomentar el proceso de formación de raíces, puedes colocar una bolsa plástica sobre la parte superior de la maceta. Esto creará un efecto leve de invernadero.
- Alimenta y riega la planta. Riega la tierra ligeramente una vez a la semana. Fertiliza la planta con fertilizantes de solubilidad media dos veces al mes durante el verano.
- Presta atención a las flores. Puede tardar años, pero en algún momento debería aparecer un cono rojo entres las hojas, seguido de unas flores azules y, finalmente, de un fruto. El fruto suele tardar unos seis meses en completar su desarrollo. La piña crecerá a partir de la flor, elevada sobre el suelo en el centro de la planta.
¿Cómo se cuida?
Cuidar de una piña no es sencillo. Al ser una planta tropical es conveniente que el clima sea cálido, sin heladas, pues de lo contrario podría sufrir importantes daños durante el invierno.
- Ubicación: coloca tu planta en el exterior, en semisombra.
- Suelo o sustrato: ha de tener muy buen drenaje y un pH bajo, entre 4,5 y 5,5.
- Riego: se ha de regar cuando la tierra esté seca, más o menos cada 2-3 días en verano y cada 5-6 días el resto del año.
- Abonado: durante la primavera y el verano se debe abonar con abonos ricos en nitrógeno y potasio una vez cada 15 días.
- Época de plantación / Trasplante: en primavera.
- Marco de plantación: 30 x 60cm.
- Recolección: a los 15 meses.
- Rusticidad: es muy sensible al frío. La temperatura mínima ideal es de 15ºC, pudiendo soportar los 5ºC por poco tiempo.
¿Cómo se cosecha?
Cambio del color de la cáscara del verde al amarillo en la base de la fruta. Las piñas son frutas no climatéricas por lo que se les debe cosechar cuando están listas para consumirse. Un contenido mínimo de sólidos solubles de 12% y una acidez máxima de 1% asegurarán un sabor mínimo aceptable a los consumidores
Calidad
Uniformidad de tamaño y forma; firmeza; libre de pudriciones; ausencia de quemaduras de sol, agrietamientos, magulladuras, deterioro interno, manchado pardo interno (endogenous brown spot), gomosis y daños por insectos.
Hojas de la corona: color verde, longitud media y erguidas.
¿Cómo se consume?
Tomada al natural permite disfrutar plenamente de todas sus propiedades aperitivas y digestivas. Sin embargo, su original textura y su sabor, entre dulce y ácido, la convierten en un ingrediente polivalente en la cocina.
Tanto puede servir para preparar recetas dulces y postres como emplearse en un sinfín de platos salados, tal como viene haciéndose en la cocina oriental, especialmente en recetas picantes y en los curris.
Su aromática pulpa, carnosa y consistente, la hace idónea para preparar a la brasa, en el grill o en infinidad de guisos. Esta exótica fruta se puede utilizar para enriquecer platos de arroz o como deliciosa guarnición, con lo que se aprovecha además su efecto proteolítico.
¿Qué nos aporta?
Composición
Kcalorías: 50.76
Carbohidratos: 10.4
Proteínas: 0.44
Fibra: 1.9
Grasas: 0.4
Sodio: 2.1
Calcio : 14.5
Hierro: 0.41
Fósforo: 10
Potasio: 175
Vitamina A: 0.01
Vitamina B1: 0.08
Vitamina B2: 0.03
Vitamina B3: 0.39
Poner atención a lo siguiente:
- Fruta antidiarréica
- Depurativa
- Anti-inflamatoria
- Protector contra el cáncer
- Cardio-saludable
- Disminuye los problemas respiratorios o enfermedades respiratorias
- Buena para la piel
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